La historia de Cáceres está estrechamente ligada a las religiones que convivieron dentro de su muros. La ciudad acogió tanto a musulmanes como a judíos y cristianos. Todos dejaron su legado cultural y arquitectónico. ‘Cáceres ha sido lugar donde se aposentaron lenguas y dioses que unieron a los hombres con la magia. Lo terrenal con lo divino concebido desde religiones animalistas, politeístas o monoteístas; prerromanos, latinos, árabes, judíos y cristianos aportaron sus vestigios religiosos.’
Los Fratres de Cáceres ::: Fernando II de León arrebató la ciudad al aventurero portugués Gerardo de Sempavor en 1169. Un año después, la dejó bajo la custodia defensiva de los Fratres de Cáceres, un grupo de caballeros mitad monjes y mitad soldados. Sin embargo, tres años después los almohades asaltaron la ciudad. Los Fratres resistieron durante seis meses hasta que los últimos cuarenta fueron degollados tras defender como último bastión la actual Torre de Bujaco.
El Fuero ::: El Fuero de Cáceres fue otorgado en 1229 por Alfonso IX tras la reconquista de la ciudad. Además de incentivar la repoblación y dictar las normas de convivencia, el Fuero prohibió la permanencia de las órdenes militares y religiosas dentro del recinto amurallado y declaró a Cáceres como ciudad de Realengo.
PRINCIPALES IGLESIAS
Existe en Cáceres una red de antiguas ermitas camineras que están presentes desde la Edad Media. Hubo hasta 24 ermitas; unas sucumbieron al paso de los siglos, otras fueron convertidas en parroquias y muchas de ellas siguen presentes.
Ermita de la Paz ::: De estilo barroco popular, se construyó en el siglo XVIII sobre las ruinas de una ermita anterior. En el interior, destaca la cúpula con pinturas sobre la vida de la Virgen y Cristo.
Capilla de la Enfermería de San Pedro de Alcántara ::: Terminó de construirse en el año 1765. La bóveda de su nave está cubierta de yeserías que destacan por su recargado barroquismo, único en Cáceres.
Ermita de San Antonio del Barrio ::: Se edificó en 1470 sobre los restos de la antigua sinagoga y sufrió una profunda remodelación sobre el año 1666. Es un edificio sencillo de estilo barroco popular.
Ermita del Espíritu Santo ::: De estilo mudéjar, consta de una sola nave dividida en tres tramos por arcadas de ladrillo. Se construyó entre los siglos XIV y XVI con mampostería, ladrillo y tapial.
Convento de San Francisco ::: Su construcción comenzó en 1472 y se prolongó hasta el siglo XVIII. En la fachada sobresalen tres grandes arcos ciegos, dos espadañas y una hornacina. En el interior, dos claustros situados en dos pisos con galerías arqueadas.
Convento de Santa Clara ::: Se comenzó a construir en el año 1593. La portada, de 1664, es barroca con elementos manieristas y blasones. En el interior destacan el retablo mayor, de madera dorada, y numerosas pinturas.
Convento de Santo Domingo ::: Se construyó en el siglo XVI sobre el solar que ocuparon la Cárcel del Corregimiento y la ermita de San Bartolomé
EDIFICIOS DESAPARECIDOS
La antigua mezquita mayor, centro de la vida religiosa durante la dominación musulmana, estaba situada en el solar de la iglesia de San Mateo (8). Por su parte, la sinagoga de la Judería Vieja se localizaba donde se encuentra ahora la ermita de San Antonio (9), y la sinagoga de la Judería Nueva, en la actual capilla del palacio del Marqués de la Isla (10).
‘En Cáceres encontramos una mezquita convertida en iglesia y una ermita que fue sinagoga. El inventario religioso de la villa lo componen iglesias, conventos y ermitas camineras que fueron piezas claves para la cristianización de una ciudad que ha sabido conservar el olor y el sabor de su religiosidad. Una religiosidad que cada Semana Santa inunda de tallas y silencios las viejas calles de la ciudad.’